El Consistorio crea un paquete de medidas urgentes para poner freno a las actividades ilegales en el barrio y a su degradación.

Quince días para cambiar el Cabanyal. El Ayuntamiento de Valencia pondrá en marcha el próximo martes un ‘Plan de choque’ con el que busca dar una solución a corto plazo para frenar la degradación que sufre el barrio. Aunque será con una moción en el próximo pleno cuando se inste a la Generalitat Valenciana a que proceda a la anulación del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) del Cabanyal-Canyamelar, el gobierno municipal quiere pasar a la acción con un paquete de medidas de emergencia de carácter inmediato.

«Es un trabajo a corto plazo, un plan de choque para resolver los problemas más inminentes y más urgentes que sufren la gente del barrio», explicó Jordi Peris, portavoz de València en Comú y segundo teniente de alcalde. El plan de urgencia se iniciará el próximo martes con una reunión en la que participarán las diferentes entidades vecinales del barrio así como los cuatro concejales delegados que representan los pilares del trabajo a realizar en la zona. Por parte del Ayuntamiento estará presente el mismo Peris, concejal de Participación Ciudadana y Acción Vecinal; Sandra Gómez, responsable del área de Protección Ciudadana; Pilar Soriano, concejal de Gestión de Residuos Sólidos, y Consol Castillo, responsable de Servicios Sociales.

Aunque este plan vendrá acompañado de otro a medio plazo, en estas dos semanas son dos los objetivos claros: mejorar la seguridad y la limpieza. De esta forma se reubicarán empleados públicos para aumentar el número de agentes y el servicio de recogida de residuos y adecuación de espacios en la zona. Según informan desde el Consistorio, en un primer momento no se destinará ninguna partida específica para este proyecto, pues se hará uso de recursos propios.

De esta forma, en la reunión del próximo martes esperan «identificar cuáles son esas medidas más concretas y más puntuales, para ponerlas en marcha con un carácter absolutamente inmediato que produzca cambios en el barrio», explicó Peris. Entre las mismas, esperan poner freno a diferentes actividades ilícitas como el encendido de hogueras en plena calle, la chatarrería ilegal, el menudeo de droga, la ocupación de viviendas u otras acciones que quedan fuera de la ley.

Aparte de ese primer marco de intervención en cuestiones de carácter urgente, se trabajará a medio término en las tres diferentes vertientes acordadas en la reunión celebrada esta semana en Tabacalera aunque, precisó Peris, se trata de un proyecto previsto para que se efectúe «a medio plazo, en meses, no en años». En el primer grupo de trabajo se incluyen las cuestiones sociales, de vivienda y limpieza. Por otro lado se tratarán los asuntos planeamiento y la rehabilitación del barrio, «también con procesos participativos para incorporar la perspectiva de los vecinos y vecinos», y en el tercer grupo se abordará la dinamización económica y cultural. Estos grupos de trabajo, además, serán mixtos y contarán con representación vecinal y política.

El responsable del área de Participación Ciudadana contó además que se va a establecer un sistema seguimiento quincenal de estas medidas urgentes y prioritarias. «Cada quince días volveremos a ver qué ha cambiado, qué no ha cambiado, qué efecto han tenido esas medidas, para en un plazo de tiempo muy corto comenzar a hacer visibles esos cambios que son imprescindibles y urgentes en el Cabanyal». Además de pedir a la Generalitat que anule el PEPRI del Cabanyal, desde el Consistorio se comunicará con carácter inmediato al Ministerio de Cultura «que ya no es necesario hacer la adaptación del PEPRI a ninguna orden ministerial porque la intención del Ayuntamiento es iniciar los trámites para su anulación».